19 de junio de 2012

Escalofríos.

De sopetón llega a ti, te deja sin aliento, confuso y sin nada con lo que defenderte. Un escalofrío que traspasa cada poro de tu piel haciéndote sentir extraño. Se te hace difícil respirar, va dejando sin oxígeno a cada bronquio de tus pulmones. La luz se desvanece hasta que cae por completo, a tientas buscas algo con lo que poder escapar de aquello. Pero el escalofrío vuelve a ti, te hace quedarte quieto, sin comprender aún lo que está ocurriendo. Se para el tiempo. Estremeciéndote vas cayendo, siendo consciente de que la oscuridad va fundiéndose con cada silueta que encuentra. Sabiendo también que ha ganado, que has vuelto a caer.



No hay comentarios:

Publicar un comentario