11 de enero de 2015

Llegar a ser tú

Desde que he sido creativo, he tenido miedo. Miedo al rechazo, al fracaso, al "¿quién se cree este que es?".

Me he dado cuenta de que el arte y la gente que aprecio no son sólo cualquier persona caminando por la calle. Podrías quitarles el dinero y la fama y cortarían una bolsa de basura y se la pondrían como si acabase de salir de una pasarela de París. Seguirían haciendo eso que simplemente apoyan, si lo odias o lo amas. Porque, sinceramente, les importa una mierda lo que pienses.

El arte es riesgo. Darme cuenta de eso ha sido algo interesante. Estoy en el camino de ser una persona de la que igualmente estoy aterrorizado y obsesionado: mi verdadero yo. Me he dado cuenta de que si quiero hacer mierda guay, tengo que hacer mierda guay. Si esa mierda guay es gritarle a un micrófono en una habitación llena de gente mientras parezco idiota porque sé que va a sonar genial en la canción final, lo hago. Pero eso no sólo sirve para mí...

Si significa hacer fotos raramente geniales que tus amigos van a llamar "muy tumblr", significa hacer eso. Si significa cantar hasta que te exploten las cuerdas vocales sin pillar ni un solo tono, significa hacer eso. Significa enseñar tu culo porque piensas que es bonito, aunque te vayan a llamar "guarro", es hacer eso. Si es llevar algo que probablemente no puedas quitarte, como unas converse de mujer con plataforma cuando eres un hombre de 17 años, es hacer eso.

Sea lo que sea, te animo a hacerlo. No dejes que la gente te asfixie porque estás haciendo la mierda que siempre han tenido demasiado miedo de hacer ellos. Ama tu cuerpo, deja que tu mente vague y sé la persona que en secreto siempre has querido ser.

La vida no va de encontrarte a ti mismo, va de crearte a ti mismo.


Texto traducido de "Becoming You" de Troye Sivan. 


1 de enero de 2015

Terminal R-8

Siento vértigo cuando miro atrás. Un horror vacui instalado en la cornisa de mis pensamientos. 
Y es que no quiero parar de sumar. Quiero padecer de por vida un síndrome de diógenes de recuerdos, y que no tenga cura, ni vacuna, ni tratamiento alguno. Un enfermo terminal del vivir fuerte.

Quiero recordar lo bueno, lo malo y lo peor, lo que me hizo reír hasta doler, gritar hasta matar y llorar hasta caer.
Quiero recordar lo que me hizo recordar y lo que me hizo querer olvidar. 
Quiero recordar todo, cada detalle y cada poquito que hoy en día crean el muchito. 
Quiero recordar lo que me hace ser quien soy y lo que me hace no ser quien no soy.
Las subidas y bajadas, los menos y los mases, los momentos que sí y los que no, las sonrisas adiestradas y las salvajes, las luces que iluminan tanto que ciegan y las que crecen el contraste.

Quiero recordar, siempre recordar.