Todas esas palabras que te hicieron daño, las tiré al mar. Pues
bien, he vuelto a por ellas, las he reconstruido. Ya no me arrepiento de
nada, o al menos eso dice mi cabeza. Esta vez, pienso hacer caso a mi
cabeza y me dejaré de chorradas de buscar respuestas de corazón. Que
esto ya no es un juego de niños, no. Se te ha ido de las manos. Los
humanos cometemos errores... pero hay un límite que es peligroso
transpasar.
Tan peligroso que puede que te arrepientas, que te arrepientas
para siempre. Ya no puedes escapar de mis palabras aplastantes, ya no
quieres escapar de ellas. Aún me pregunto qué acto inmortal me hizo
pensar que cambiarías, qué acto inmortal me hizo creerte.
Te has topado con la otra cara, con la malvada, la cruel, la despiadada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario