8 de octubre de 2012

Contra mí.

No sé por qué, tan sólo sentía que era el momento de apagar los sentimientos. Pero sé perfectamente que eso no sucederá, que seguirán ahí, que me perseguirán toda la noche, saben cómo hacerlo, cómo destrozar cada pedazo de mi. No cesan de dar vueltas por mi cabeza, y yo soy incapaz de frenarlos.

Siento escalofríos que me avisan de que tan sólo acaba de empezar. Los escalofríos recorren velozmente toda mi espalda hasta llegar a mi nuca. Siento cómo la piel se estremece y cómo me encojo poco a poco.

Mis ojos no aguantan, mis parpados se caen. Con ellos una lágrima lenta y curiosa se desvanece poco a poco y acaba su pequeño paseo en mi barbilla, presa de la gravedad, cae. Cae sin poder evitarlo.
Y sin darme cuenta, mis ojos se han cerrado por completo. Termino por dormirme.
Otra vez he perdido contra mi mismo.

1 comentario: